#46: Comer con palillos requiere habilidad y práctica
Todos lo hemos visto: esa persona en el restaurante blandiendo con confianza sus palillos, con aspecto elegante y sofisticado. Es como ver trabajar a un maestro pianista. Parece tan fácil cuando otras personas lo hacen, pero luego se impone la realidad. Tomamos los palillos y andamos a tientas, como un niño pequeño con un tenedor.
Claro que comer con palillos puede parecer cool y divertido, pero en realidad no es tan fácil como parece. Y no nos olvidemos de las implicaciones prácticas: las interminables caídas de comida, la torpeza y la posible vergüenza. Así que la próxima vez que sientas la tentación de presumir de tus habilidades con los palillos, recuerda que a veces es mejor limitarse a lo que conoces. Después de todo, puede que un tenedor y un cuchillo no sean tan geniales, pero al menos no te llevarás la comida puesta.