#4: Salvando el planeta
A todos nos ha pasado. Nos sentimos orgullosos de llevar nuestra bolsa ecológica reutilizable al supermercado, con la sensación de que estamos salvando el planeta una bolsa a la vez. Pero entonces, empezamos a comprar y, antes de que nos demos cuenta, nuestra bolsa ecológica está repleta de todo tipo de productos desechables. Claro, pondremos algunas frutas y verduras, pero también compraremos unas cuantas bolsas de papas fritas, un par de barritas de chocolate y un montón de comida precocida.
Cuando llegamos a la caja, nuestra bolsa ecológica pesa tanto que apenas podemos levantarla. Probablemente tendremos que hacer dos viajes al coche de todos modos. Tal vez sea hora de empezar a utilizar nuestra bolsa ecológica como recordatorio para tomar decisiones más conscientes cuando vamos de compras y menos como medio para llevarnos todos nuestros placeres a casa.