#35: El jugador es quien hace a las zapatillas
Este es un ejemplo del clásico caso de estilo por encima de sustancia. Todos hemos visto a esas personas: las que se presentan a un partido de baloncesto con las últimas y mejores zapatillas de baloncesto de marca, solo para perder el balón en la primera posesión. Es como comprar un cuchillo de chef de lujo cuando ni siquiera sabes hervir agua.
Claro que esos zapatos pueden hacerte parecer un jugador, pero si no sabes cómo jugar el juego, no son más que caros revestimientos para los pies. Es como intentar poner una venda en una pierna rota: puede parecer que estás abordando el problema, pero en realidad solo estás montando un espectáculo. Así que, la próxima vez que sientas la tentación de gastarte un dineral en esas zapatillas de baloncesto de lujo, recuerda que no son las zapatillas las que hacen al jugador, sino que es el jugador el que hace a las zapatillas.