#5: Capacidad de organización
Como usuarios de computadoras, todos conocemos la importancia de tener un escritorio organizado. Pasamos horas organizando cuidadosamente nuestros iconos, creando carpetas y etiquetando archivos, todo en nombre de la productividad y la eficacia. Pero cuando levantamos la vista de la pantalla y vemos nuestro escritorio o nuestra habitación de la vida real, todo es un caos. Montones de papeles, pilas de libros y una o dos (o tres) tazas de café ocupan nuestro espacio de trabajo.
Es como si hubiéramos creado una utopía digital que nunca podemos reproducir en la vida real. Tal vez haya llegado el momento de seguir el ejemplo de las pantallas de computadora y empezar a ordenar también nuestros espacios físicos. O podemos abrazar el caos y fingir que nuestros desordenados escritorios y habitaciones son simplemente un signo de nuestro genio creativo.