#29: Aderezo para ensaladas
Ah, el clásico caso de intentar estar sanos, pero sabotearnos a nosotros mismos en el proceso. A todos nos ha pasado alguna vez: pedimos una ensalada sintiéndonos virtuosos y decididos a tomar decisiones saludables, pero terminamos bañándola en una espesa capa de aderezo cremoso y calórico. Porque, ¿qué sentido tiene comer verduras si no saben bien?
Nos convencemos de que un poco no nos hará daño, pero antes de que nos demos cuenta, nuestra saludable ensalada se ha convertido en un desastre nutricional. Es como salir a correr y luego premiarnos con un tarro de helado. Puede que tengamos buenas intenciones, pero cuando se trata de nuestras papilas gustativas, no hay nada que hacer. Así que, la próxima vez que te enfrentes al dilema de la ensalada, limítate a una vinagreta ligera: tu cintura (y tus papilas gustativas) te lo agradecerán.