#52: Ir al teatro
Ah, el teatro. Es curioso que la gente se gasta una fortuna para ir al teatro y ver un espectáculo cultural, solo para quedarse dormida en mitad del mismo. Se vestirán con sus mejores prendas, beberán un poco de vino y se acomodarán en sus lujosos asientos, listos para disfrutar de un espectáculo de alto nivel. Pero en cuanto se atenúan las luces y comienza la función, sus párpados empiezan a caer como los de un niño cansado.
Se quedarán dormidos durante el soliloquio más fascinante, roncarán durante el número musical más conmovedor y solo se despertarán cuando acabe el espectáculo para aplaudir educadamente y fingir que estuvieron cautivados todo el tiempo. Tal vez la próxima vez deberían limitarse a una buena película de acción a la antigua que los mantenga despiertos, o llevar un termo de café para mantenerse alerta durante la experiencia cultural.