#9: Sin malos días de cabello
Mira, ser calvo puede hacer que te sientas cohibido, sobre todo cuando estás rodeado de gente con hermosos mechones de pelo. Puede que te sientas como un faro brillante en un mar de folículos. Pero ser calvo también tiene sus ventajas, como no tener que preocuparse nunca por el pelo bajo el sombrero ni pasarse horas peinándose por las mañanas.
Y no olvidemos la mejor ventaja de todas: no tener que usar gorro de baño en la piscina. Mientras todos los demás luchan por mantener el pelo seco y evitar el temido “pelo de gorra de baño”, tú eres libre de lanzarte de cabeza sin preocupaciones. Es como formar parte de un club exclusivo de nadadores calvos que pueden disfrutar del agua sin molestos obstáculos capilares.