Mirar las estrellas sale mal
«Fue durante la gran conjunción planetaria que ocurrió hace unos años. Quería verla, pero estaba muy cerca del horizonte; así que, supuse que podría cruzar la calle e ir a un parque grande de los suburbios con un par de binoculares. Eran las 9 p.m., pero el sol ya se había puesto y estaba muy oscuro en el parque porque los árboles tapaban la luz de las farolas. Miré la conjunción durante, quizás, 5 minutos o menos cuando me invadió una sensación espantosa que me decía que saliera de ahí de inmediato y, sin siquiera pensarlo, comencé a correr. …
… Se me cayó el teléfono y me apresuré a revolver la hierba para encontrarlo; lo recogí del piso y corrí hasta mi casa a toda velocidad. No tengo idea de por qué me sentí así; es probable que mi cerebro haya visto algo que no procesó correctamente y eso causó que se apoderara de mí mi instinto de supervivencia. No había animales grandes y peligrosos en la zona; este era un parque recreativo relativamente grande en el medio de la Australia suburbana. Ese parque también tenía un árbol semimuerto que estaba constantemente prendiéndose fuego por dentro. O sea, durante meses, y sin humo. Era un lugar extraño, claramente».