#28: La seguridad ante todo, ¿pero para quién?
Cuando nos imaginamos ayudando en una situación de emergencia, a menudo olvidamos tener en cuenta nuestra propia seguridad. Antes de administrar reanimación cardiopulmonar o primeros auxilios a alguien, debes asegurarte de que el lugar es seguro para hacerlo. Esto puede parecer obvio, pero es fácil olvidarlo cuando la adrenalina está a flor de piel y hay mucho en juego.
Garantizar tu propia seguridad antes de ayudar a los demás es una de las primeras reglas de los primeros auxilios. Es lo mismo que ponerte tu propia mascarilla antes de ayudar a otra persona a ponerse la suya. No puedes ayudar a los demás antes de asegurarte de que estás en la situación adecuada para hacerlo. De lo contrario, tu esfuerzo podría ser más perjudicial que beneficioso.