#8: Borrar tus errores
Aquí tenemos un truco ingenioso que nos transporta a nuestros percances infantiles. Todos lo hemos hecho de pequeños (a propósito o por accidente, en la escuela o en casa): dibujar en una pizarra de borrado en seco con un marcador permanente. Algunos lo hicimos porque queríamos ver qué pasaba y si podíamos borrarlo o no.
Y entonces, cuando nos dábamos cuenta de que nuestros dibujos no se podían borrar, cundía el pánico, que venía acompañado de una capa de sudor. Pero todos aprendimos este truco tarde o temprano, al igual que la persona que compartió esta historia: ¡se pueden borrar los marcadores permanentes de una pizarra de borrado en seco dibujando sobre las líneas con un marcador de borrado en seco adecuado! Aún no conocemos la ciencia que hay detrás de este truco, pero funciona.