#20: Las fuentes son para chapotear
Este despliegue de travesuras horticultoras, protagonizado por un alumno de quinto que astutamente plantó semillas germinadas en la fuente del colegio, es una locura. No sabía que este acto aparentemente inocente tendría consecuencias inesperadas. A medida que se acercaban las vacaciones de primavera, los brotes echaron raíces y causaron estragos en el sistema de tuberías y provocaron un atasco monumental.
Al regresar de las vacaciones, la escuela se encontró con una calamidad acuática, y profesores y conserjes se apresuraron a ocuparse de la inesperada invasión botánica. Seamos sinceros, probablemente esta no fue la manera en que los profesores querían volver a clases después de las vacaciones… Lección aprendida: aunque las fuentes están pensadas para chapotear, no son el mejor lugar para plantar un huerto.